domingo, 20 de diciembre de 2009

El Cuchi Leguizamón

Su biogragfía

(Tomada del libro "A solas con el ‘Cuchi’ Leguizamón" de Humberto Echechurre)


Nació en Salta el 29 de septiembre de 1917, Su nacimiento ocurrió a las 11:05 de la mañana. El destacaba que en una oportunidad se hizo hacer un horóscopo, pero le dio rabia que mintiera menos que él e inmediatamente se puso a agregarle un montón de mentiras más. "desde entonces tengo una carta astral que yo mismo hice y es lo que podía decirse un autohoróscopo", recordaba.

Estuvo casado en primeras nupcias con Ema O. Palermo. Como el Cuchi sufría de estrabismo, cuenta Miguel Angel Pérez que cuando el músico estaba de novio con Ema, se hizo operar en Buenos Aires. "Cuándo supimos que estaba mejorando, entre los amigos le hicimos un telegrama escueto que simplemente decía: ‘Cásate y verás...’" Tiene cuatro hijos varones: Juan Martín, nacido el 24 de octubre de 1961; José María nacido el 5 de julio de 1963; Delfín nacido el 26 de septiembre de 1965 y Luis Gonzalo, nacido el 19 de septiembre de 1967. De acuerdo a antecedentes registrados en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) ingresó a la entidad el 10 de diciembre de 1954, como socio número 9891. En 1965 obtuvo el Primer Premio del Festival Latinoamericano de Salta con "La zamba soltera". En 1973 ganó el Gran Premio SADAIC en el género música nativa. En 1980 ganó el Primer Premio en la Cantata Cafayateña, Salta. En 1986 obtuvo el Primer Premio en el Festival de Cosquín, Córdoba, con la zamba Bajo el azote del sol, con letra de Antonio Nella Castro. El 7 de noviembre de 1988 la Universidad Nacional de Tucumán le otorgó el Reconocimiento al Mérito Artístico-Creativo (Producción Folklórica). El 16 de junio de 1989 el Gobierno de la Provincia de Salta le otorga el Reconocimiento al Mérito Artístico previsto en la Ley 6.475. El 15 de octubre de 1999 el diario Clarín en la serie del suplemento de Espectáculos "El siglo que se va, el milenio que viene" incluye como la figura destacada del siglo en el folklore argentino al Cuchi.

Abogado de profesión, ex Fiscal de Estado de la Provincia de Salta por méritos propios, diputado nacional por avatares de la política y, fundamentalmente, creativo y músico de alma. Nació a las once horas y cinco minutos de la mañana de un 29 de Septiembre de 1917 en la ciudad de Salta. Hijo de José María Leguizamón Todd y María Virginia Outes Tamayo. Descendiente de Dña. Martina Silva de Gurruchaga, criolla de hacha y tiza que peleó en la Batalla de Salta, considerada heroína de la Independencia.

Hijo de un contador fanático de la ópera y de una mujer que heredó la costumbre de silbarles a los pájaros para que la siguieran, Gustavo Leguizamón es un arquetipo al que reverenciaron los ricos y los pobres, la izquierda y la derecha, el apetito y las ganas de comer.

Pero, ¿cuál fue el secreto de esta magia? La respuesta, acaso se pueda rastrear en su propia historia. Tenía meses apenas y a su madre le preocupaba su delgadez. Fue en esa época que a Doña María Virginia le ofrecieron unos chanchos para ver si podía comprarlos. "¡Pero están flacos como este cuchi!", dijo mirando a su hijo. En ese instante Leguizamón quedó rebautizado: desde entonces y para todos sería El Cuchi, vocablo que en quechua quiere decir precisamente chancho o cerdo, pero al que en Salta se le otorga un significado no peyorativo sino simpáticamente cómplice. Como padecía de sarampión, a los dos años su padre le regaló una quena, con lo cual lo hizo musiquero antes casi de que aprendiera a hablar.

Su familia cuenta que pronto le arrancaba al instrumento EL BARBERO DE SEVILLA casi íntegro. Después, siempre de oído, la emprendería con la guitarra y el bombo, hasta que acabó en el piano. Cuando tenía veinte años y debía resolver su futuro, ya era músico. Le comunicó a su padre que iba a estudiar Derecho, y el hombre se encrespó. Su idea era que fuera a París para perfeccionarse. El le giraría la mensualidad. El Cuchi, que se deleitaba con tener una historia al revés de los convencionalismos, no hizo caso y marchó a La Plata, donde en 1945 obtuvo el título de abogado. No olvidaría jamás aquella estudiantina que lo llevaba a Buenos Aires a recalar en El Olimpo, un tugurio del Bajo donde se jugaba ajedrez. Allí conoció a Witold Gombrowicz, al que descubrió con unos botines rotosos pero inmensos. "El único que puede tener patas de ese tamaño -maquinó- es Ariel Ramírez". Y acertó, porque Ramírez le había regalado los zapatos al polaco. Cantó con el coro universitario, jugó rugby y después fue profesor de historia y filosofía, Diputado Provincial y ejerció durante treinta años la abogacía, hasta que decidió dejarla, porque "Estoy harto de vivir en la discordia humana. Me produce una gran satisfacción ver una vieja en el mercado tarareando una música mía. Una vez venía bastante enojado con todos estos inconvenientes que tiene la vida, y un changuito pasó en bicicleta, silbando la Zamba del pañuelo. Entonces lo paro y le pregunto qué es lo que silba: -No sé; me gusta y por eso lo silbo-, me contestó. Ya ves, ésa es la función social de la música". En los cuarenta, cuanto tenía algo más de 25 años, trenzó una amistad entrañable con el poeta Manuel J. Castilla, el hijo del jefe de la estación de Cerrillos, a quien en una de sus obras mayores le diría: "Padre, ya no hay nadie en la boletería". Al Cuchi, muchas veces con letra de Castilla, le debe la música argentina y universal, zambas, chacareras, carnavalitos, vidalas inolvidables en las que habitan el amor, la tragedia, la miseria, el sarcasmo, la ternura. Era un enamorado de la baguala ("Toda gran zamba encierra una baguala dormida: la baguala es un centro musical geopolítico de mi obra") pero también de Bach, Mahler, Ravel, Stravinsky, Schönberg y sobre todo de Beethoven, al que definió con sabiduría como "definitivo". Pero no se quedó ahí, también admiró a otro genio argentino, Enrique Villegas, y a Chico Buarque, Milton Nascimento, Vinicius ("Las corrientes de música popular americana más importantes están en Brasil") y Ellington. Capaz de organizar en Salta primero y en Tucumán más tarde conciertos de campanarios (literalmente, pues el sonido lo proveían los bronces de las iglesias), es cierto que Leguizamón saltó sobre el pentagrama y pulsó cuerdas, digitó teclados, sopló en maderas, cobres y cuernos, como se escribió alguna vez, a pura oreja. La prueba es que intentó también un concierto de locomotoras, fascinado por "ese instrumento musical maravilloso que tiene fácilmente dieciocho escapes de gas que son sonidos y un pito con el cual se pueden hacer maravillas, por no contar su misma marcha". Al principio -hasta hizo fundir una quena para agregarla a la máquina-, los ferroviarios lo miraban como a un bicho raro. Después se entusiasmaron. Los maquinistas lo saludaban con el saludo sonoro de la locomotora, que además le enseñaron a plasmar. En tiempos de Arturo Illia, Gustavo Leguizamón fue diputado provincial extrapartidario y en tiempos del gobernador peronista de Salta Roberto Romero, asesor cultural de la provincia. Fue entonces cuando embistió con mayor fiereza contra una burocracia sorda que impedía importar pianos y protagonizó en la Legislatura debates memorables para propender al descongelamiento cerebral. Capaz de respetar a Churchill tanto cuanto despreciaba a Thatcher, Malvinas fue para él una herida abierta pero no ciega, porque supo adjudicar responsabilidades cuando se preguntó por qué fuimos y no peleamos. Impensable en Buenos Aires, Leguizamón- que mascaba hojas de coca, y defendía la costumbre- fue parte del paisaje de Salta, a la que amó profundamente, desde los olores de sus yuyos secos hasta el aire que viene de la quebrada escondida por la cual Belgrano sorprendió a los españoles. Se casó con Ema Palermo, teniendo cuatro hijos de ella: Juan Martín(1961), José María(1963) Delfín Galo(1965) y Luis Gonzalo(1967). Es autor de las zambas más famosas y que representan a la cultura musical de Salta., la música popular ; además de haber compuesto obras populares es un compositor que ha contribuido con su talento y su expresión al acervo cultural salteño. Sus obras son características por su armonía y ritmo por su riqueza melódica, su temática musical. Escribió entre otras : Zamba del Pañuelo, del Mar, La Panza Verde con Jaime Dávalos, Chacarera del Expediente, Carnavalito del Duende, , Zamba del Argamonte (Castilla), Bajo el azote del sol (Nella Castro). Su musicalidad y asonancia fue única y componía algunas de sus obras a la medida de la interpretación del Dúo Salteño con quien mejor acuñó las disonancias que emergían como duendes traviesos de las melodías. Su simpatía y espontaneidad (ocurrencias) brotaban a borbotones en la cotidianeidad Salteña. Ganó numerosos premios por su labor artística : Premio SADAIC, Premio Fondo Nacional de la Artes. Compuso una obra que Virtu Maragno la estrenara con la Orq. Sinfónica de Santa Fe, es su Preludio y Jadeo, compuso la música para la película La Redada. Pero Leguizamón poco a poco se fue apagando, perdiendo primero la memoria- olvidó hasta cómo tocar el piano- luego la razón y finalmente la vida. Murió en Salta, la ciudad que le había visto nacer y pasar en ella toda su existencia, a las cuatro y media de la tarde de un 27 de Septiembre del 2000, dos días antes de que pudiera cumplir los 83 años de edad.

A continuación la letra y luego la historia de “Panza Verde” (otro aporte que me hiciera hace mucho tiempo, Regino Luján).

PANZA VERDE

Jaime Dávalos - Gustavo Leguizamón.

Cavan oscuros los bombos
el sueño de Panza Verde,
por un tiempo trasnochado
Chaco adentro de la muerte. bis

Panza Verde muere solo,
bajo las quenchas del huete,
lo están velando la aloja
y el filo de los machetes. bis

Hacia la luna ramosa
los polvaredales crecen,
mientras el baile jadea
debajo' los urundeles. bis

La tierra lo lame largo
como a una raíz caliente,
ochan los perros arriba
el aire por Panza Verde. bis

Su sombra le está robando
la música de los erkes
y para borrar sus pasos
silbando bagualas vuelve. bis

Hacia la luna ramosa
los polvaredales crecen,
mientras el baile jadea
debajo' los urundeles. bis

No se trata de un apodo, ni de ningún entrerriano agonizante. No. Panza Verde era el nombre del cacique de la nación wichi que tuvo la osadía de bajar de sus toldos a Salta y presentar un reclamo por la devolución de sus tierras, las de su pueblo, tierras suyas de caza y pesca y recolección desde siempre, desde antes de que el blanco español llegara a quitárselas, sin razón alguna, condenándolos al hambre y la miseria.

Pobre, sin conocimientos ni relaciones, paseó por oficinas y escritorios levantando todo tipo de asombros y comentarios, hasta dar con el defensor de pobres y ausentes, que se llamaba doctor Gustavo Leguizamón. El mismo a quien sus amigos llamaban El Cuchi.

El lo escuchó, lo asesoró y asumió la defensa del caso en un juicio memorable, en una sociedad que, como la de Corrientes o Santiago del Estero, conservan intactos los atributos y cualidades españolas de origen y raza con todas sus consecuencias. Por supuesto, se perdió el juicio. Y no sólo eso. También, para que aprendan los wichis a no pedir tonterías y a hacer perder el tiempo a tribunales que estaban para otras cosas mas importantes, Panza Verde pagó con su vida su reclamo digno, justo y valiente. Dicen que la Gendarmería lo alcanzó cruzando el río, al subir la cuesta de la orilla opuesta, y lo bajaron con unos tiros de mauser. Para que aprendan.

El doctor Leguizamón, enterado de la infamia, sin poder agregar ni comprobar más nada ante el juicio terminado, le dice a su amigo Jaime Dávalos: "Habremos perdido el juicio, pero a esta zamba no la han de voltear".

Y juntos armaron la Panza Verde, para poner en lo alto, como una estrella, el nombre de un valiente que se paró a reclamar, por la tierra y por el pan, por la vida de su gente.

En un reportaje que le hicieron a Juan Martín, uno de los hijos del Cuchi dice:

"El ejercicio de la profesión de abogado no le duró mucho tiempo, porque “terminaba defendiendo gente que nunca pudo pagar nada, como algún indio del Chaco salteño, algún cuatrero del Pilcomayo”, continúa Juan Martín. Sin embargo, muchos de los personajes que conoció en ese período luego se convertirían en materia prima de sus canciones. Un criollo de Anta acusado de contrabandear pieles terminó siendo el protagonista de la Zamba de Argamonte, y otros casos ligados a la abogacía están inmortalizados en la Zamba de Panza Verde y la Chacarera del Expediente."

  • Quincha/Quincho: Pared o techo confeccionado con atados de cañas, ramas y/o paja.
  • Huete: Albergue, el más humilde de todos, construido de ramas y la estructura de palo a pique. Aparece en los departamentos de Anta y Orán.

Panza Verde muere solo

bajo el techo del rancho (sería la traducción)

En esa zona de Anta , se saben hacer , rápidamente, un albergue de ramas quinchadas, es decir . la quincha viene a ser una especie de armazón, entramado o estructura de palos o gajos de mas o menos 1/2 o 1 pulgada de diámetro, que sirven de sosten a ramas mas pequeñas, que se utilizan para completar de cerrar la pared

El techo se hace de la misma manera, aunque, aveces, se lo recubre con tierra.

Otras veces a la quincha se las recubre con barro y queda el rancho que conocemos, Es muy fresco en el verano y calentito en el invierno. No tiene ventanas y si se le llega a hacer alguna , ésta es muy pequeña. Claro que es un lugar propicio para que se crien las vinchucas. En esos montes, en lugar de quinchas, es preferible usar tablas de madera de quebracho o algarrobo, puestas de pié y con tapajuntas entre ellas. Por lo general, las casas no tiene puertas y constan sólo de tres paredes de quincha o tablas

  • Ochan significa:"Ladran" Es decir: ochar = ladrar

Finalmente, “Panza Verde” por “Los Chalchaleros”.


domingo, 13 de diciembre de 2009

Ernesto CABEZA

Agradecemos muy especialmente a Regino Luján quien nos hizo llegar estas hermosas palabras recopilatorias.


“Hace 50 años, un muchacho tímido, poco hablador, pero buen guitarrero había escuchado en alguna peña trasnochada de Salta a otros cuatro vestidos de gauchos y con ponchos rojos, que insistían en llamarse Chalchaleros. Pensó, tal vez se dijo varias veces, que algunas de sus canciones les faltaba "profundidad musical". Pensó, tal vez se dijo varias veces, que él podía aportar algunos arreglos. O cantar con ellos hasta el amanecer.

Ernesto Cabeza tenía 26 años. Sus ojos miraban al suelo cuando Dicky Dávalos le habló de entrar en el conjunto en el lugar de Saravia Toledo. Aún con los amigos no podía evitar su timidez. Pero en realidad estaba contento.

Hijo de padres españoles, nació el 3 de Diciembre de 1923 en Huauel Miyeo, provincia de Río Negro, un pequeño pueblito donde su padre trabajaba como ingeniero civil. A los 4 años su familia se fue a Salta, radicandose en Güemes. Allí aprendió el sonido de las guitarras, de los bombos y las cajas, de las quenas y los sikus. Finalizó sus estudios en Campo Quijano y conoció el trabajo en el ingenio El Tabacal. Fue el noveno de 12 hermanos que nacieron en distintos puntos del país, todos amantes de la música. Su padre tocaba cinco instrumentos, uno de sus hermanos es violinista en la Orquesta sinfónica de Puerto Rico.

En 1953 va a Buenos Aires con Los Chalchaleros, pero en Haedo conoce a la maestra de sus sobrinos, María Modesta Victoria Almada "Marimó" y se casa. Tuvo 6 hijos: María Modesta "Mariquita", María de la Nieves "Mebebes", Silvina "Colelu", Ernesto "Paco", Dolores "Lola" y Margarita. Anteriormente estuvo casado con Ruth Arancibia con la que tuvo dos hijas.

Músico profundo, renovador, le dió a Los Chalchaleros un vuelo melódico e instrumental que engrandeció al conjunto. Introvertido, callado y tímido expresó con su instrumento y en sus composiciones toda su riqueza interior.

Era "el Chalchalero que nunca habla" al menos públicamente y con los extraños. En la intimidad era bromista, cálido y dedicado a sus pocos amigos, entre ellos el peluquero y el ferretero de su barrio de Haedo, con quienes se juntaba a guitarrear. Muy cariñoso con los hijos, estos recuerdan que solía irse de viaje con una pequeña valija para volver con un gran equipaje lleno de regalos para todos. Cuando no actuaba, dividía su tiempo entre una de sus aficiones preferidas, la carpintería, o estudiando música. Otra de sus aficiones eran los autos antiguos.

Dentro de la música, encontró en Martínez Zárate a su maestro, y transitó los ámbitos de la música clásica; y tenía especial predilección por el flamenco, que seguía perfeccionando con un profesor.

La música, y especialmente la guitarra, fue lo más importante de su vida. En su casa tenía una sala de música, donde hay un piano, 10 guitarras, bombos, un órgano, flautas, castañuelas. Allí con su mujer y sus hijos, pasaba largas horas ensayando. Incluso en el año 1970, toda su familia, grabó un disco con un villancico de Saravia y Cabeza. Según Juan Carlos Saravia "Era tan tremendamente modesto, que ni siquiera, después de estar tantos años con nosotros no nos pasaba temas, teníamos que pedírselos nosotros... y sacárselos con sacacorchos".

La guitarra y él se unieron, logrando una simbiosis donde no se sabía donde comenzaba uno y terminaba el otro. La tocaba levantada, apoyada sobre su pecho.

De entonces en más, los grandes éxitos enredados en los flecos de su poncho salteño, envolvieron a Los Chalchaleros hasta el año 1980 que le marcó un nuevo destino.

El 21 de Septiembre de 1980, moría Ernesto Cabeza, el muchacho tímido, sin demasiada voz, que había entregado su exquisita guitarra durante 30 años a Los Chalchaleros.

Pero Ernesto Cabeza no se ha ido. Ahí, en cada guitarra norteña, en cada retumbar legüero, en cada corazón levantado en canto, allí está él, su alma y su esencia chalchalera.

No. Ernesto Cabeza no se ha ido, simplemente se ha diluido en las bocas de las guitarras, en la luz de los candiles, en el trino de los zorzales.”

Fuente: Regino Luján (Tucumán)


A continuación listaremos el detalle de temas de Ernesto Cabeza, indicando el ritmo y autor de la letra. Esto lo hemos obtenido de un trabajo de Francisco Bergareche (uno de los Granjeños, sobre quienes escribiremos más adelante) que ha llegado a nuestras manos, a quien agradecemos muy profundamente.

Agüita clara G. Pelayo Patterson Al hidalgo caballero de La Mancha Zamba J. C. Zaraik Goulu Alma de nogal Zamba Víctor J. Zambrano Alma salteña Zamba Oscar Valles Alma Salteña Amor y distancia Zamba Juan Carlos Saravia Añorando Bailecito O. Flores / H. Callejas Argentina que canta Zamba José Ríos Bienhaiga mi tierra Zamba Canqui Chazarreta Camino de Tucumán Tito Adam Caña amarga Casita nochera Zamba Con tu recuerdo Canción Roberto Cambaré Coplas vallistas Baguala M. A. Pérez Chayita del solitario Chaya Ramón Navarro Cuentale a tu niño Bailecito Juan Carlos Saravia Del quebrachal a la caña G. Pelayo Patterson Dónde estás G. Pelayo Patterson, Amelia Cabeza El casamiento Chacarera Rodolfo Zapata El castiquichua Gato Marcelo Ferreyra El charango Huayno Jaime Dávalos - Jaime Torres El huancar Cueca norteña El pujllay Chaya Oscar Valles El sacha cantor Chacarera Marcelo Ferreyra En mi sangre te espero J. C. Zaraik Goulu Estoy pidiendo perdón Zamba Juan Carlos Saravia Flor de nogalFruto de amor Vidala Jaime Dávalos Gatito para mi canto Gato Marcelo Ferreyra Ha llegao la nochebuenaLa angustiada La Armando Saavedra Zamba Oscar Valles La buena mozaLa cacharpaya Oscar Valles La cuadrera Chacarera Rodolfo Zapata La flaca Chacarera Rodolfo Zapata La flor calchaqui Zamba Del Valle La gorda Chacarera Rodolfo Zapata La guachipeñaLa guitarra perdida Zamba José Ríos La maduradita Cueca J. C. Zaraik Goulú/Abel Figueroa La meta bulla Oscar Valles La misma estrella Zamba José Ríos La mocita Canción Jaime La nochera Zamba Jaime Dávalos , Alma Salteña, , Coqui Sosa La trasnochada Chacarera Jaime Dávalos Llegando estoy G. Pelayo Patterson Mañanitas mendocinas Cueca G. Pelayo Patterson Niña dormidaNiña serrana Zamba Hilmar Callejas Noches de Salta Zamba G. Pelayo Patterson Noches santiagueñas Bailecito Marcelo Ferreyra Bailecito Pelayo Patterson Cueca José Ríos Chaya Motivo Popular Zamba J. C. Zaraik Goulú Ojos reidores Zamba Amy Cabeza Cuarteto Salta Pago hermano Chacarera Marcelo Ferreyra Para mi guitarra Pisando el Portezuelo Chacarera Víctor J. Zambrano Poncho seclanteño Gato Juan Carlos Saravia Por tu recuerdo Zamba Ramón Navarro Rastro del tiempo Zamba Víctor J. Zambrano Reflexiones para mi hija Canción J. C. Zaraik Gulú Río Calchaquí Gato Juan Carlos Saravia Río, río Tonada Motivo pop, chileno Serena lluvia Victoria Almada Siempre poetaSiempre porqué (Un día) Zamba canción Juan Carlos Saravia Zamba Juan Carlos Saravia Soy paraguayo G. Pelayo Patterson Sueños de Nochebuena Juan Carlos Saravia Tiempo cereal Zamba Jaime Dávalos Tiempo dorado Zamba Jaime Dávalos Tristeza de mi soledad Zamba David "Bicho" Ferreyra Vidala del árbol soloVidala del hombre Vidala Viejo pueblo Zamba Marcelo Ferreyra Vivo en tu amorZamba adentro Zamba Víctor J. Zambrano Vidala Jaime Dávalos Zamba Jaime Dávalos Zamba correntina Zamba Jaime Dávalos Zamba de la negrita - La mocita Zamba Jaime Zamba de la siembra Zamba Jaime Dávalos Zamba de la soledad (Ver Tristeza de mi soledad) Zamba David "Bicho" Ferreyra Zamba del Chalchalero Zamba Jaime Dávalos Zamba en flor Zamba Roberto Cambaré Zamba enamorada Zamba Jaime Dávalos Zamba para un gallero Zamba Marcelo Ferreyra .



De la lectura efectuada advertirán que Ernesto Cabeza es autor de tres chacareras que a primera vista no se nos ocurriría que son de su propiedad: La Gorda, La Flaca y La Cuadrera cuyas letras pertenencen al "pícaro" de Rodolfo Zapata. La Gorda fue grabada por Los Chalchaleros

Finalmente, podrán escuchar la voz de Ernesto (tomada del 11° disco grabado por Los Chalchaleros) y posteriormente a su guitarra en "LA NOCHERA" en una grabación hecha en Francia en 1957 (de a poquito iremos subiendo los seis temas incluidos en el disco)



jueves, 10 de diciembre de 2009

La Marcha de San Lorenzo

Quiero agradecer muy especialmente a Jorge "El Negro" Sánchez que nos ha hecho llegar este importantísimo aporte.

Lo que no conocemos de la Marcha de San Lorenzo

En cada fiesta patria argentina, se escucha la Marcha de San Lorenzo:

"Febo asoma, ya sus rayos iluminan el histórico convento.... etc."

Ya sea a través de una grabación, entonada por los asistentes o tocada por una banda militar, varias veces por año disfrutamos de la querida Marcha, una tonada de neto corte marcial, alegre y pegadiza a la vez que heroica y épica, que logra el difícil objetivo de despertar en los asistentes sentimientos de patriotismo.

Si alguien nos preguntara qué sabemos de la Marcha de San Lorenzo nos vendrían a la mente los siguientes preconceptos:

1. Debe haberla compuesto algún ilustre maestro musical argentino, seguramente de estirpe patricia.

2. Debe tratarse de un marcha imaginada en homenaje al General San Martín.

3. Desde su creación debe tener esa letra acorde a la gran batalla.

4. La habrán creado por encargo del gobierno nacional.

5. Con el correr de los años, el autor habrá alcanzado el reconocimiento y distinción acordes a su obra patriótica.

6. Se debe utilizar solamente en Argentina y con el fin de ensalzar la gesta Sanmartiniana.

Esa breve descripción alcanzaría para sintetizar lo que la mayoría creemos saber o pensamos acerca de la Marcha de San Lorenzo.

Pero estaríamos enormemente equivocados:

1. Su autor, Cayetano Alberto Silva (foto), era uruguayo, nacido el 7 de agosto de 1868 en Maldonado, hijo de Natalia Silva, una esclava de la familia que le dio el apellido.

2. Estudió música, integró una banda en Montevideo, y en 1889 viajó a Buenos Aires, donde incursionó en el Teatro Colón.

3. Se trasladó luego a Rosario, donde fue nombrado maestro de la Banda del Regimiento 7 de Infantería.

4. En 1898, al ser contratado por la Sociedad Italiana de Venado Tuerto, se mudó con su familia a esa ciudad, donde fundó un centro lírico, enseñó música y creó la "Rondalla" con la que actuó en el Carnaval de 1900.

5. Escribió la música para las obras teatrales "Canillita" y "Cédulas de San Juan" de su compatriota y amigo Florencio Sánchez, así como otras marchas militares: "Curupaytí ", "San Genaro" (en homenaje a este pueblo de Santa Fe), "Río Negro", "22 de Julio", "Tuyutí" y una marcha para la guerra Anglo-Boer, en Sudáfrica.

6. La partitura musical, que después conoceríamos como Marcha de San Lorenzo, fue compuesta por Silva para dedicársela al Coronel Pablo Ricchieri, Ministro de Guerra de la Nación en ese entonces y modernizador del Ejército Argentino.

7. El Ministro agradeció el homenaje pero le pidió que le cambiara el título por "Combate de San Lorenzo", lugar donde él había nacido y escenario de la única contienda que el General San Martín llevó a cabo en territorio argentino.

8. El autor la ejecutó por primera vez en violín para arrullar el sueño de su hija, en febrero de 1901.

9. Fue estrenada oficialmente en 1902 (sin letra) en las cercanías del histórico Convento de San Carlos donde se gestó la batalla de San Lorenzo.

10. Ese día, la marcha fue designada Marcha Oficial del Ejército Argentino.

11. Asistieron el Presidente de la Nación , General Julio A. Roca, y el Ministro Ricchieri.

12. En 1907 su vecino y amigo de Venado Tuerto, Carlos Javier Benielli (mendocino de nacimiento) le agregaría la letra que luego sería adaptada para las escuelas. (También escribió las letras de "Curupaytí" y "Tuyutí").

13. Años después, acosado por la pobreza, Cayetano Silva vendería los derechos de la marcha a un editor de Buenos Aires en $ 50 de esa época, una suma insignificante.

14. La marcha se hizo famosa (en Europa se considera una de la cinco mejores partituras militares de la historia) y estuvo presente en momentos históricos fundamentales:

· El Gobierno inglés solicitó autorización a nuestro país y fue ejecutada el 22 de Junio de 1911 durante la coronación del Rey Jorge V.

· Lo mismo ocurrió para la coronación de la reina Isabel II, el 2 de Junio de 1953.

· Se ejecuta habitualmente en los cambios de guardia del palacio de Buckingham, modalidad que estuvo suspendida únicamente durante la Guerra de las Malvinas.

· Fue incorporada al repertorio de bandas militares de Uruguay, Brasil y Polonia, entre otras.

· Fue usada como música incidental en algunas películas ( Rescatando al Soldado Ryan).

· El Ejército Argentino, en la época previa al nazismo, le regaló la Marcha de San Lorenzo al Ejército Alemán como muestra de amistad, y a cambio éste nos obsequió la marcha "Alten Kameraden" (Viejos camaradas) que hemos escuchado en numerosas ocasiones en nuestras fiestas patrias.

· Durante la Segunda Guerra Mundial, la Marcha de San Lorenzo fue tocada por los alemanes en París cuando entraron por el Arco de Triunfo de esa ciudad.

· A manera de desagravio, el General Dwight Einsenhower también la hizo ejecutar cuando el ejército aliado entró en París para liberarla.

15. Cayetano Silva fue también empleado en la banda policial.

16. Tras serios problemas de salud, falleció en Rosario el 18 de Enero de 1920.

17. Por ser de raza negra, la Policía de Santa Fe le negó sepultura en el Panteón Policial y fue sepultado sin nombre.

18. Recién en 1997 sus restos fueron trasladados al Cementerio Municipal de Venado Tuerto.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Arturo León Dávalos. Zamba del Tiempo Verde


CANCION CON HISTORIA

“Zamba del Tiempo Verde”

MARFELIN "Polo" CARABAJAL cuenta en el Foro de Folklore del Norte Argentino (http://www.elfolkloreargentino.com/foro) lo que transcribiremos a continuación A pocos kilómetros al de Salta, unos 15 mas o menos,camino a Cerillos, Rosario de Lerma, etc., existe un precioso lugar (con unos cuantos chalets al estilo de las construcciones chinas, que los extremos (esquinas) de sus aleros, terminan en una curva ascendente, a la izquierda del camino, esta el sitio denominado “Palo Marcado”. ¿ Que nombre singular verdad ?. Trae reminiscencias coloniales, rurales, diríamos de otros lares. Allí vivía un joven bohemio, poeta, Arturo DAVALOS, (Arturito para
todos), hijo de uno de los padres de la literatura salteña,(don Juan Carlos DAVALOS- “Don Sanca”), quien además fue padre de Jaime, Ramiro, Miguel Martín, otras hijas mujeres y abuelo de Julia Elena DAVALOS). Hasta allí llegaron los jóvenes integrantes de un prometedor conjunto folclórico, (como dijo Ariel Ramirez "Un Conjunto para Recordar") quizás el que en sus voces (de un vibrato especial) reflejo, más que ningún otro, el color, el paisaje y el sentimiento del noroeste argentino. “LAS VOCES DEL HUAYRA”, (LAS VOCES DELVIENTO) (segunda formación), eran sus integrantes entonces: Luis Adolfo RODRIGUEZ, Antonio ARCE, Roberto JURI y Juan FRANK. (También alguna vez integraron este grupo: Cacho ISELLA hermano de Cesar, y Baby ACOSTA).Llegaron un día sábado de mañana, los recibe Arturo medio apurado, pues tenia que salir hacia Salta, estaba afeitándose, los saluda, los invita a pasar, “Acomódense muchachos, disculpen no los esperaba, mientras me alisto , díganme que los trae por aquí. Y responden los cantores, ”Venimos buscando nuevos temas, para nuestro repertorio, ya que estamos ensayando y probando canciones de nuevos autores, para nuestra próxima grabación, ¿Tenés algo por ahí, para que nos pases? si nos gusta lo ensayamos”. Responde Arturo: “Perdonen el desorden, busquen entre esos papeles en la mesa, a ver si encuentra algo que les sirva, algo estuve escribiendo”. De un cajón, Rodríguez extrajo una hoja manuscrita, donde había una letra titulada “Zamba del Tiempo Verde”, y en una de sus estrofas corregida entre líneas decía así:

“ Que tristeza, pensar, que me pueda morir,
en alguna (borrachera), primavera,
viendo tanto verdor, entregarme a la luz,
y a la emoción eterna”.


Desde ese lugar RODRIGUEZ le pregunta al poeta:- ¿Arturo, cual es lo que vale aquí, en esta estrofa?,¿ borrachera o primavera?. Arturo responde: - Si van a cantarla, pónganle “primavera”, por eso corregí, pues creo que decir “borrachera” seria muy de mal gusto, aunque eso
no quita que a mí me guste un poquito el “agua sucia”
(vino)-(risas)-Luego de una breve charla, todos iniciaron el camino a la Capital salteña.
Pasó un largo tiempo de aquello, quizás un año o mas, un 21
de setiembre, en una clásica reunión de café, de folcloristas: músicos, poetas, escritores, etc., alguien dijo: “Tengo una triste noticia, para el folclore de Salta,por si no se enteraron hoy murió Arturito DAVALOS, lo encontraron muerto en la bañera, desnucado, parece que había tomado unas copias de mas, resbalo, se golpeo la nuca y se nos fue”.
¿Premonición de Arturo Dávalos ?, su destino ya era así?.
Esto me relato personalmente mi amigo y comprovinciano, Luis
Adolfo RODRIGUEZ, fundador junto a Jorge CAFRUNE. Tomas
"Tutu" CAMPOS, Luis VALDEZ y Alberto SAUAD (primero) y luego
Gilberto VACA, de las primeras “LAS VOCES DEL HUAYRA”
(Voces del Viento).

Aclaración: sin que esto pretenda poner en duda lo expresado por por Polo Carabajal, en el portal de Salta (ver abajo) se afirma que falleció el 5 de diciembre de 1960.Con la muerte de Arturo DAVALOS, Salta perdió uno de sus mas
jóvenes y prolíferos poetas del cancionero popular. Se fue
tempranamente como los elegidos, dejándonos su inmensa
promesa de letras y canto inconclusa, pero a el le debemos
también obras señeras como lo son: Zamba del Tiempo Verde,
Zamba del Guerrillero, Corazón de Palo, Honderas de los
trigales, La Salamanca, Zamba del Silencio, Vidala Del
Crespin, Tristeza de Navidad, No llores mas, les debo un
tema, pues no recuerdo su titulo.
A continuación dos (2) copias del mismo tema, con diferencias en
sus estrofas que fueron grabadas por distintos conjuntos.
“ZAMBA DEL TIEMPO VERDE”

I
VERDE RAMA CANTANDO AL TIEMPO FELIZ,
DE LA NUEVA PRIMAVERA,
REMONTANDO AL AZUL, QUIEBRE EN LA LUZ,
EL TIEMPO DE LA SIEMBRA.

CON EL AGUA SE FUE, MI ILUSION JUVENIL
JUNTO AL RIO TORRENTOSO,
PRIMAVERA , TU VUELTA,
TRAE EN LA FLOR, EL TIEMPO DEL RETORNO.

ESTRIBILLO

RENOVADO VERDOR DEL ARBOL,
QUIEN TUVIERA, TU JUVENTUD.
QUIEN PUDIERA VOLVER,
COMO VUELVE LA LUZ Y EL SOL,
SOBRE LOS CAMPOS.

II

QUE TRISTEZA PENSAR, QUE ME PUEDA MORIR
EN ALGUNA PRIMAVERA,
VIENDO TANTO VERDOR, ENTREGARME A LA LUZ,
Y A LA EMOCION ETERNA.

LOS DEMONIOS DEL RIO, SIENTEN AMOR,

POR LA MOZA LAVANDERA,
QUE METIDA EN EL AGUA, VIERTE EL AZUL DEL SOL,
SOBRE LA PIEDRA.

AUTOR: ARTURO DAVALOS-

VERSION QUE CANTABAN “LOS DE SALTA” –1962-

MARIANO ANTONIO VACA- 1RA VOZ. (HOY “4 DE SALTA”)
MIGUEL ARNADO RAMOS- 2DA VOZ- (Fallecido)
JOSE MIGUEL BERRIOS- 3RA VOZ-MELODICA-(Fallecido)
LUIS WALTER MENU-4TA VOZ(VOZ GRAVE)(VIVE EN SUIZA)

Esta versión, también fue grabada en lo años 60 por :
"LOS CHANGOS DE AÑATUYA" (Santiagueños)



“ZAMBA DEL TIEMPO VERDE”
I
VERDE RAMA CANTADO AL TIEMPO FELIZ
DE LA NUEVA PRIMAVERA,
CUANDO SUBE AL AZUL, ESTALLANDO LA LUZ,
EL TRIUNFO DE LA SIEMBRA.

ONDULANTE CARICIA, ROJA DEL SOL,
EN LA COPA DE LOS PINOS,
HACIA EL CIELO RADIANTE, SUBE EL CLAMOR DEL VERDE
AMANECIDO.

ESTRIBILLO
CON EL ROJO VOLVER DEL ALBA,
COLOREANDOLE SU CRISTAL.
EL ARROYO DEPIERTA, DEJANDO EL CANTAR,
NOCTURNO DE LOS GRILLOS.

I
CON EL ALBA SE FUE, LA ILUSION JUVENIL.
JUNTO AL RIO TORRENTOSO,
PRIMAVERA QUE VUELTA,
TRAE EN LA FLOR, EL SUEÑO DEL RETORNO.

QUE TRISTEZA PENSAR, QUE ME PUEDA MORIR,
EN ALGUNA PRIMAVERA,
VIENDO TANTO VERDOR,
ENTREGARME A LA LUZ Y A LA EMOCION ETERNA

AUTOR: ARTURO DAVALOS.

VERSION DE: “LAS VOCES DEL HUAYRA”- 1962.
(LAS VOCES DEL VIENTO)
JUAN FRANK. - 1RA VOZ.
ROBERTO JURY.- 2DA VOZ.
ANTONIO ARCE.- 3RA VOZ. (AGUDA)
LUIS ADOLFO RODRIGUEZ. 4TA VOZ. (GRAVE)

HAY OTRA VERSION POR: “ LOS CHALCHALEROS” QUE DIFIERE EN ALGUNOS VERSOS DE LAS OTRAS DOS.
JUAN CARLOS SARAVIA- (1RA VOZ)FRANCISCO “PANCHO” FIGUEROA (1RA VOZ)Y EDUARDO “POLO” ROMAN(2DA
VOZ. (Facundo NO grabó este tema)
Arturo Dávalos:
El artista que le ganó al tiempo

Por María Fernanda Abad (Extraído de http://www.portaldesalta.gov.ar/davalos.htm)

Arturo Dávalos dejó para siempre su atril y su lapicera fuente el 5 de diciembre de 1960. Hoy tendría 82 años y -lo afirma con voz firme y ojos vidriosos su esposa, Sara San Martín- seguramente seguiría transitando por las rimas y desgajando melodías con alma desde el fondo de su guitarra.


De él dicen las antologías: "Arturo León Dávalos. 1918-1960. Letrista de canciones populares y cultor en versos del género satírico-festivo que signa la casi totalidad de su producción. No dejó libro publicado". La reseña en nada miente, pero en mucho queda en falta. Porque la figura de Don Arturo desborda las dos oraciones, el mezquino espacio, se derrama en música, pentagramas y canto... Porque don Arturo fue, además de un poeta, un gran compositor.

Nació el 29 de enero de 1918, en esta ciudad, y murió un 5 de diciembre, apenas 42 años después de que en la casa de los Dávalos le anunciaran a don Juan Carlos y a doña Celesia Helena que les había nacido un niño robusto y colorado.

El 11 de enero de 1949 contrajo matrimonio con Sara San Martín, y permaneció hasta el último de sus días trabajando como empleado público y dedicando la totalidad de su tiempo restante, entre asados, lunas llenas y fresco de álamos a componer su música y su obra poética. Su vida azarosa lo llevó a transitar desde agente en San Antonio de los Cobres hasta marinero mercante en las márgenes del Plata. Sólo después de casado recopiló sus obras dispersas y se dedicó a estudiar música para poder sentirse dueño y señor del pentagrama. Pero la muerte lo sorprendió muy temprano, justo cuando alcanzaba reconocimiento popular por su rica obra musical. Pero más allá de este abrupto corte, hoy, a 40 años de su muerte, (este artículo se escribió en el año 2000) podemos decir que Arturo Dávalos -su genio y su ingenio- se regaló a manos llenas y fue inmensamente generoso con el tiempo, que fue tan tacaño con él.

Dueño de una honda sensibilidad, Arturo Dávalos era capaz de captar todas las facetas de este mundo desde su humor y su sutil ironía. Desde allí escribió sus más ágiles versos, cargados de grotesco y crítica social Don Arturo decía, en verso, sobre sus versos: "Prefiero, al pensador que adusto piensa/ que tal problema importa para el mundo,/ al triste bufo, rimador jocundo/ que ironiza su llaga y su vergüenza...".

Pero supo también escribirle a la tierra, su tierra, en poemas que después se hicieron canto. Algunos de ellos trascendieron y cobraron vuelo propio, como La Salamanca, Corazón de palo, Tristeza de Navidad, Zamba del tiempo verde... Otros temas, muchísimos, permanecen aún en el anonimato de la espera, entre las paredes de la casa chica en Cerrillos, bajo la tutela familiar.

De todo esto y mucho más habló la poetisa Sara San Martín con Agenda Cultural. Doña "Ancha" -como solía llamarla don Arturo- dejó gustosa el espacio protagónico que suele ocupar en las letras salteñas para desplegar sobre la mesa, con amorosa ansiedad, el rico caudal de su memoria. Así llegaron carpetas negras, amarillas, marrones, repletas de papeles ordenados, pasados en limpio o de puño y letra del mismo Arturo, partituras, dibujos, cartas, artículos... su eterna huella, su presencia hecha verso y pentagrama.

A doña Sara no hace falta sacudirle los recuerdos con preguntas, le caen así nomás, solitos, de puro maduros. Y son tantos, y tan frescos que parece mentira que la mayoría de ellos se remonten a casi cincuenta años. Muchas veces ella habla de Arturo en presente, como si de verdad tuviera la capacidad de alejarse en el tiempo para volver a pisar viejos patios, para sentarse a la mesa generosa de los Dávalos o para quedarse una vez más extasiada, escuchando a Arturo componer una canción triste bajo el fresco de la galería... Y cuenta, a borbotones."Lo más valioso de mi marido, para mí, son sus canciones. Son letras preciosas a las que él mismo les puso música. A algunas no pudo terminarles los arreglos y sólo quedaron las melodías. En otros casos, ni eso". Doña Sara y su hija, María Inés, se han embarcado en la tarea de salvar del olvido las notas y acordes que quedaron flotando en el aire y en la memoria.

“A algunas de sus melodías las rescatamos porque las recuerda su hija. Ella también es música, pero tiene un modo de ser diferente porque se dedica a la música de cámara. Sin embargo, hemos recopilado todo lo de Arturo y hemos decidido que las letras de las canciones queden en esta casa, para cuando María Inés pueda hacer los arreglos para la música de su papá. Las otras, las que ya están publicadas, ya le rinden un mínimo tributo".

De dos vertientes

En Arturo, el segundo de los hermanos Dávalos, había prendido el tronco robusto de su "tata", don Juan Carlos; pero también corría fuerte en sus venas la herencia materna, la de los Helena, que lo invitaba a transitar por la música. Por eso fue, con todas las letras y las penas, un creador.

Sara San Martín habla de esas letras y de esas penas. "Arturo fue un gran músico, y muy prolífico. Cuando yo lo conocí tocaba y componía `de oído'. Después decidió estudiar música para evitar que le siguieran robando sus temas".

Hombre divertido, locuaz, pero de poco carácter, Arturo no supo en algunos casos defender a los hijos de su creación. Se le fueron así, como agua entre las manos, de madrugada, en ronda de amigos... Pero después de pasar por el conservatorio de Prevot -entre otros maestros- creció, echó ramas, hojas y pájaros al viento, subió y bajó a su antojo por las cinco líneas del pentagrama, agotó lapiceras, servilletas y tardecitas pulsando las caderas de su vieja guitarra. Arturo creó, fue padre prolífico y sus "hijos" llevaron su nombre.

Sin límites, sin celdas

Pero los recuerdos de Doña "Ancha" tocan otros cielos, más gratos, más diáfanos: los de las tardes y mañanas en Cerrillos, cuando Arturo, metódicamente, le usurpaba la sombra y el silencio a los algarrobos para sentarse a componer.

"El estaba tocando y me decía: Ancha, esto, ¿cómo se puede llamar?. Y como estaba próxima la Navidad, suponte, yo le decía: Ay, es tan triste... `Tristeza de Navidad'. A partir de ahí escribía la letra. Creaba a la par, letra y música".

Y creaba en libertad.

"Porque Arturo no era peronista, no era gremialista, no era anarquista... era un artista, un libertario... Porque para escribir algo tenés que ser libre. Tenía mucho humor, y con ese don apresaba y criticaba la situación social. Era muy espontáneo, se burlaba de los gremios, de la política, de los estereotipos...". "Nunca escribimos juntos, pero él siempre leía mis cosas. Y cuando veía que estaba escribiendo decía: `Uy, estás escribiendo... hoy hago la comida yo Ancha, no te preocupés'. Y entonces hacía un asadito".

De la vieja biblioteca de Sara y Arturo ya no quedan muchos libros. La mayoría de ellos desapareció con la venia de sus dueños, generosamente cedidos a la curiosidad de algunas visitas y amigos. No están los libros, pero está Sara y la memoria de esa literatura que también es memoria.

"Arturo era un gran lector de clásicos. Leyó a todos los griegos. A los chicos, en invierno, les leía la Ilíada y la Odisea. También se dejó atrapar por Dostoievsky, Tolstoy, Balzac, Wilde... y tantos más. A alguno que otro se lo acerqué yo, como ser a Giordano Bruno, que era un monje del siglo XVI. Un personaje excepcional que murió en la hoguera, durante la Inquisición, por plantear que Dios está o es el paisaje. Arturo se enamoró de la vida de Giordano Bruno y escribió su famoso soneto `Dios'".

La ironía y la sátira de Arturo Dávalos también sacudieron los pasillos de la redacción de viejos diarios locales. En uno escribía con el seudónimo de "Semillas de Quiscaloro". En otro, firmaba una columna llamada: "Con humor y sin veneno, por Sileno".

Doña Sara guarda con recelo toda la producción poética de su marido. "Aquí está todo, esperando que alguien se ocupe, porque yo ya no puedo. Está todo preparado, todo ordenado", dice, y la esperanza se le materializa en los ojos y en la voz.

Lo que no guarda, porque nunca se las devolvieron, son las imágenes de su Arturo. "Ricardo Díaz Villalba me pidió fotos para hacer un dossier, y yo le entregué las imágenes de toda una vida. Fotos de Arturo y del grupo familiar. También le entregué algunas letras e impresiones sobre algunas de sus canciones, pero él se fue a Francia y nunca me devolvió nada".

Doña Sara tiene tanto por decir, tanto por compartir. Va y vuelve, y de a ratos se queda allá, por 1949, 1950 ó 1956... cuando ella era simplemente "Ancha" y todavía no había rincones vacíos.

EN EL 40 ANIVERSARIO DE SU MUERTE

"Ripio fino y ripio grueso"

Dios, asomando en el paisaje

José Juan Botelli tiene caudal de voz y emociones para hablar de Arturo Dávalos, porque Arturo era su amigo. Y alguna vez supo hablar del "ripio fino", como el segundo de los Dávalos solía llamar a sus producciones líricas más "serias".

Al "ripio grueso" lo conformaban esos otros versos de tono irónico o satírico que con tanta facilidad componía. Sobre los primeros poemas, Botelli se preguntaba: "¿Cómo llegó a esa habilidad y a ese manejo de hallar las palabras justas? Sólo un cultivo secreto y continuado puede llegar a madurar. No se hace nada con el simple talento, si no se le decanta y purifica en la obstinación de un largo proceso de `padecimiento íntimo', de gustoso rigor. Su facilidad no es sólo simple herencia sanguínea o cósmica. Hay algo más que la simple entrega o la simple recepción de un don que viene de la naturaleza.

Arturo hubo de ser, sin duda, un intimista que sufrió en silencio una decantación, una cristalización que tomó un buen tiempo en acomodar aristas, ganar pulimento y finalmente relucir en el esplendor de su hermoso soneto Dios.

Además, era difícil que se pusiera a escribir en serio. Su obsesión profunda, la hondura de su cosmovisión le hacía captar a este mundo en su faz ridícula. El hombre era para él un simple comediante lleno de comicidad, un grosero aparentador de circunstancias; por eso, quizá, en su soneto Dios prefirió hablar con seriedad disimulada entre las hojas, el sol, la savia y un mismo Ser irreal y sin trampas: Dios, que finalmente se esconde, se escabulle para terminar como desilusionado, o riéndose de la propia creación...".

Soneto

Escucho a Dios en la callada umbría.

Lo veo en el milagro de la hoja.

Está en mi savia y en mi sangre roja

y en el vino y el pan de cada día.

El es la estrella que mi paso guía

y las raíces que la acequia moja

y la tarde que de oro se despoja.

Y el grillo y su violín monotonía.

Tiene manos de tronco retorcido.

Sus ojos miran con el sol que quema

y en el viento transmite su mensaje.

Como los hombres lo han escarnecido

siendo Dios inventó una estratagema

y se ocultó por siempre en el paisaje.·

Edición: Agenda Cultural del Tribuno del 10 de diciembre de 2000

La versión de LOS CHALCHAS:
Los Chalcha grabaron esta zamba en el disco "Vivo en tu amor", primer disco sin Ernerto Cabeza.
La coincidencia: Ernesto falleció el 21 de setiembre de 1980..."que tristeza pensar que puediera morir en alguna primavera..."

viernes, 4 de diciembre de 2009

El Chango Rodriguez. Luna Cautiva


El Chango Rodriguez.

José Ignacio Rodríguez (“El Chango”) nació en la provincia de Córdoba el 31 de julio de 1914 y falleció el 7 de octubre de 1975.

No sólo fue un prolífico compositor (“Luna cautiva", "De Simoca" y "Vidala de la copla", "De Alberdi", "De mi madre","De Simoca", "Noche de carnavales" y "Zamba de abril", entre otros) sino que además tuvo la particularidad de ser el creador de casi diez ritmos folklóricos.

En efecto. En un reportaje que le hiciera el periódico " Nuevo Diario " (Santa fe, 29 de agosto 1969), dice El Chango: "...Mi inquietud se proyecta en la creación de una música popular bailable y de nuevos ritmos que atraigan a la juventud, tomando siempre como punto de partida a la más típica expresión argentina, el Folklore. Véalo con el sentido de lo bailable..."

El chango creó: LA MAREA, TAQUIRARI DE FUEGO, EL PLAYERO, LA MILONGA RAPIDA, CARNAVAL MODERNO, CARPERO, AIRE DE GATO, LITORALEÑA Y BURBUJAS.

Un completa biografía puede consultarse en el “museo virtual” elaborado por su hija y yerno: www.changorodriguez.com.

No obstante resumiremos algunos de los aspectos allí publicados:

“De padre catamarqueño y madre riojana, nace en Córdoba, Argentina un 31 de julio de 1914 en el domicilio de Sucre 327. Cursó sus estudios primarios y secundarios en el colegio San José de Villa del Rosario. En su juventud fue jugador del fútbol del Rioja Junior ( Provincia de la Rioja ).”

“Vivió junto a su madre en calle Chubut 34, Córdoba.”

“Su madre María Rivolta, era directora de la escuela de Matorrales; su padre Alberto Rodriguez, murió cuando él tenía apenas cuatro años; su hermano Alberto, seis y su hermana Angélica, por aquel entonces tenía ocho años.”

“Desde niño El Chango tuvo afición por la guitarra. Cuando su madre preparaba la fiesta de fin de curso, con el consabido Patio Criollo, les enseñaba a los alumnos aficionados acompañamiento con guitarra y canto. Él no se separaba de su lado. Luego en la intimidad de su hogar, un día le dijo a su madre en tono serio: "Mamá, si me enseña la guitarra, le voy a dar $ 0,05". A su madre, dicha salida le causo gracia, pero fue así como empezó a tocar la guitarra. Una de las muestras de que su espíritu inquieto ya soñaba con los escenarios, era la respuesta a alguien que le preguntaba cómo sé llamaba, contestándole ¡Eduardo Toberán! (seudónimo artístico por él creado) hasta que un día su padre lo reprendió. Como consecuencia de eso su madre lo llamaba Eduardo.”

“Estando él muy enfermo, y siendo muy pequeño, su madre hizo una promesa a San Nicolás pidiendo por su salud, en razón de que los médicos no le daban más que horas de vida. Esa promesa la hizo en una noche de gran tormenta y frente a una pila de leña. A consecuencia de este milagro él es devoto de San Nicolás, y de la Virgen de Luján, años después compone San Nicolás - vidala chayera.”

“Teniendo aproximadamente 14 años, edad esta en que todavía no podía definir su carrera ni saber para qué rumbo tomar, fue a la Rioja y le hizo una promesa a San Nicolás, pidiéndole que lo encaminara en la vida y que lo dejara vislumbrar qué camino seguir. Ese viaje pasó al olvido. Pasó el tiempo, y una noche sintió una inquietud que le provocaba gran angustia; a la madrugada tomó un lápiz y se puso a escribir sobre el sueño que tuvo. Vio un hombrecito reclinado en un árbol que cantaba " Vidala tengo una copla no me la vas a quitar". Fue su primera composición "Vidala de la copla" - vidala Chayera.-“

“Su debut ante el público lo hizo en la Rioja y después bajo a Buenos Aires, donde fue compañero de Acosta Villafañie en Radio Belgrano en el año 1939 y de José Ramón Luna. La gran ciudad le dio de inmediato el espaldarazo, por que advirtió en él un autentico folklorista. Para ese entonces había escrito " La Mayor" – Chacarera”.

“Ausente del país por cuatro años y medio, viajo a Bolivia y Perú, allá por 1940.Estudio literatura andina, sus lugares históricos, la costumbre del Carnaval Cuyano. Conoció: Machupichu, Pumakurca, Comayo, Yari. En Bolivia la región de Chusquisaca, Santa Cruz de La Sierra, Cochabamba, La Paz y el Lago Titicaca. Sus creaciones "La Chusquisaca" -cueca- y "Chicheriar del Cusco" -huayno-, son sin duda auténticas expresiones que le dejaron aquellos parajes.”

“Noches de canto y guitarra sin éxito le traerán nostalgia. Son los recuerdos de juventud: El aroma del patio "....Azahares de blanco jazmines...el caserón blanco...su niñez...". Es la ausencia de su madre, doña María, que lo vio partir la noche de abril, allá en Chubut 34.”

“El Chango decide retornar al país, a su pago provinciano, la Córdoba doctoral. Ya en Córdoba, "... Como vuelo de ave que vuelve a su nido / encuentra en su madre un alivio...", pues sus discos no tienen el éxito que él esperaba. Para ese entonces había grabado tres LP: "Puñado de mis canciones ", " Creaciones folklóricas " y " Chango Rodriguez ".El chango se decide a grabar de nuevo, pero en una conversación con su madre le dice: "Sí no tengo suerte con lo que grabe, dejaré de cantar y tocar la guitarra y pondré un kiosco". La madre le respondió: " Eduardo, Usted no va a poner nada por que va a triunfar, y será muy famoso" ( Gringa ). El chango logra su éxito con "De Mi Madre" -Zamba- , "Zamba de Abril" -Zamba-, y "Del Cordobés" - Chacarera .”

“El Chango tuvo un programa de radio en LV2 Radio General Paz allá por el año 1969. Éste se llamaba "El fogón de los arrieros", que iba todos los martes, en el horario de 18 a 18:30 hs.”

“Ese año, conoce en la LV2, al conjunto Los Dantes (de género bolero); Lito Soria - uno de sus integrantes - cuenta: "... El chango nos escuchó, y luego nos propuso que cantáramos los ritmos nuevos que él estaba innovando para el folklore, así fue que nació el conjunto musical "Los tres de la cantina", a mediados de la década del '70, integrado por Roberto Sarrión, El Chango Rodríguez y yo ( Lito )".

“Este Trío con ritmos de canciones inéditas, hizo su debut en Cosquin Xª Edición del año' 71. El desaire de disconformidad expresada por algunos de los miembros integrantes de la Comisión Nacional de Folklore en aquel año para con el conjunto, no los desanimó. Pronto los aplausos, el asombro, y el cariño de la plaza, se hicieron sentir en aquella noche de Cosquin, que sólo fue para ellos. El jurado popular, dictaminó que la canción ganadora en el rubro Canción Inédita Popular fuese para "María Cosquin" - ritmo marea- del Chango Rodríguez..”

“El popular grupo grabó su primer LP " Los tres de la Cantina" con 12 canciones, la mayoría de ritmo marea. Entre ellas," El soldado desconocido"- Litoraleña, "Eres mi tentación"- Marea, "Para ti, Córdoba" - Taquirari de fuego, "Jacito Araos" - Marea , "Amor y juramento"- Marea, "De Alberdi"- Zamba; y un disco Simple con "María Cosquin"- Marea y "Bosques de pinos"- Marea.”

“Un 31 de julio del ' 73, Roberto, Lito y Quique Villagra formaron el famoso conjunto Los de Alberdi, y lo hicieron en esa fecha en conmemoración al cumpleaños de José Ignacio Rodríguez. - El Chango-“

El Chango se casó con Lidia Haydeé Margarita Bay, “La Gringa”. (Ver foto)

La historia de Luna Cautiva

El Chango Rodríguez compuso esta canción durante el periodo de encarcelamiento de cuatro años (1963-1967) que cumplió en el pabellón 11 de la penitenciaria de San Martín, acusado de matar a un hombre durante una pelea, del que finalmente fue considerado inocente.

Se casaron en 1965, en la Cárcel de Encausados de Barrio Güemes, y estuvieron unidos hasta la muerte del Chango, en octubre de 1975.

Lidia Haydeé Margarita Bay fue la inspiradora de Luna cautiva, la zamba que Chango Rodríguez escribió en la cárcel, mientras cumplía condena por ser acusado de un asesinato nunca esclarecido. "Acércate a la reja. / Sos la dueña de mi alma, / sos mi luna cautiva / que me besa y se va", fue el estribillo que pensó Rodríguez para esta pieza que es una interpretación fija en todos los festivales de verano.

Luna cautiva es, entonces, la historia de un amor que existe, que tiene raíces hondas; pero que debido a “un toro mañero” hace que el arriero no llegue a tiempo a su hogar.

A continuación encontrarán un video obtenido del Museo Virtual del Chango Rodríguez en el que aparece el autor unos días antes de terminar de cumplir la condena y canta esta hermosa zamba.