domingo, 20 de diciembre de 2009

El Cuchi Leguizamón

Su biogragfía

(Tomada del libro "A solas con el ‘Cuchi’ Leguizamón" de Humberto Echechurre)


Nació en Salta el 29 de septiembre de 1917, Su nacimiento ocurrió a las 11:05 de la mañana. El destacaba que en una oportunidad se hizo hacer un horóscopo, pero le dio rabia que mintiera menos que él e inmediatamente se puso a agregarle un montón de mentiras más. "desde entonces tengo una carta astral que yo mismo hice y es lo que podía decirse un autohoróscopo", recordaba.

Estuvo casado en primeras nupcias con Ema O. Palermo. Como el Cuchi sufría de estrabismo, cuenta Miguel Angel Pérez que cuando el músico estaba de novio con Ema, se hizo operar en Buenos Aires. "Cuándo supimos que estaba mejorando, entre los amigos le hicimos un telegrama escueto que simplemente decía: ‘Cásate y verás...’" Tiene cuatro hijos varones: Juan Martín, nacido el 24 de octubre de 1961; José María nacido el 5 de julio de 1963; Delfín nacido el 26 de septiembre de 1965 y Luis Gonzalo, nacido el 19 de septiembre de 1967. De acuerdo a antecedentes registrados en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) ingresó a la entidad el 10 de diciembre de 1954, como socio número 9891. En 1965 obtuvo el Primer Premio del Festival Latinoamericano de Salta con "La zamba soltera". En 1973 ganó el Gran Premio SADAIC en el género música nativa. En 1980 ganó el Primer Premio en la Cantata Cafayateña, Salta. En 1986 obtuvo el Primer Premio en el Festival de Cosquín, Córdoba, con la zamba Bajo el azote del sol, con letra de Antonio Nella Castro. El 7 de noviembre de 1988 la Universidad Nacional de Tucumán le otorgó el Reconocimiento al Mérito Artístico-Creativo (Producción Folklórica). El 16 de junio de 1989 el Gobierno de la Provincia de Salta le otorga el Reconocimiento al Mérito Artístico previsto en la Ley 6.475. El 15 de octubre de 1999 el diario Clarín en la serie del suplemento de Espectáculos "El siglo que se va, el milenio que viene" incluye como la figura destacada del siglo en el folklore argentino al Cuchi.

Abogado de profesión, ex Fiscal de Estado de la Provincia de Salta por méritos propios, diputado nacional por avatares de la política y, fundamentalmente, creativo y músico de alma. Nació a las once horas y cinco minutos de la mañana de un 29 de Septiembre de 1917 en la ciudad de Salta. Hijo de José María Leguizamón Todd y María Virginia Outes Tamayo. Descendiente de Dña. Martina Silva de Gurruchaga, criolla de hacha y tiza que peleó en la Batalla de Salta, considerada heroína de la Independencia.

Hijo de un contador fanático de la ópera y de una mujer que heredó la costumbre de silbarles a los pájaros para que la siguieran, Gustavo Leguizamón es un arquetipo al que reverenciaron los ricos y los pobres, la izquierda y la derecha, el apetito y las ganas de comer.

Pero, ¿cuál fue el secreto de esta magia? La respuesta, acaso se pueda rastrear en su propia historia. Tenía meses apenas y a su madre le preocupaba su delgadez. Fue en esa época que a Doña María Virginia le ofrecieron unos chanchos para ver si podía comprarlos. "¡Pero están flacos como este cuchi!", dijo mirando a su hijo. En ese instante Leguizamón quedó rebautizado: desde entonces y para todos sería El Cuchi, vocablo que en quechua quiere decir precisamente chancho o cerdo, pero al que en Salta se le otorga un significado no peyorativo sino simpáticamente cómplice. Como padecía de sarampión, a los dos años su padre le regaló una quena, con lo cual lo hizo musiquero antes casi de que aprendiera a hablar.

Su familia cuenta que pronto le arrancaba al instrumento EL BARBERO DE SEVILLA casi íntegro. Después, siempre de oído, la emprendería con la guitarra y el bombo, hasta que acabó en el piano. Cuando tenía veinte años y debía resolver su futuro, ya era músico. Le comunicó a su padre que iba a estudiar Derecho, y el hombre se encrespó. Su idea era que fuera a París para perfeccionarse. El le giraría la mensualidad. El Cuchi, que se deleitaba con tener una historia al revés de los convencionalismos, no hizo caso y marchó a La Plata, donde en 1945 obtuvo el título de abogado. No olvidaría jamás aquella estudiantina que lo llevaba a Buenos Aires a recalar en El Olimpo, un tugurio del Bajo donde se jugaba ajedrez. Allí conoció a Witold Gombrowicz, al que descubrió con unos botines rotosos pero inmensos. "El único que puede tener patas de ese tamaño -maquinó- es Ariel Ramírez". Y acertó, porque Ramírez le había regalado los zapatos al polaco. Cantó con el coro universitario, jugó rugby y después fue profesor de historia y filosofía, Diputado Provincial y ejerció durante treinta años la abogacía, hasta que decidió dejarla, porque "Estoy harto de vivir en la discordia humana. Me produce una gran satisfacción ver una vieja en el mercado tarareando una música mía. Una vez venía bastante enojado con todos estos inconvenientes que tiene la vida, y un changuito pasó en bicicleta, silbando la Zamba del pañuelo. Entonces lo paro y le pregunto qué es lo que silba: -No sé; me gusta y por eso lo silbo-, me contestó. Ya ves, ésa es la función social de la música". En los cuarenta, cuanto tenía algo más de 25 años, trenzó una amistad entrañable con el poeta Manuel J. Castilla, el hijo del jefe de la estación de Cerrillos, a quien en una de sus obras mayores le diría: "Padre, ya no hay nadie en la boletería". Al Cuchi, muchas veces con letra de Castilla, le debe la música argentina y universal, zambas, chacareras, carnavalitos, vidalas inolvidables en las que habitan el amor, la tragedia, la miseria, el sarcasmo, la ternura. Era un enamorado de la baguala ("Toda gran zamba encierra una baguala dormida: la baguala es un centro musical geopolítico de mi obra") pero también de Bach, Mahler, Ravel, Stravinsky, Schönberg y sobre todo de Beethoven, al que definió con sabiduría como "definitivo". Pero no se quedó ahí, también admiró a otro genio argentino, Enrique Villegas, y a Chico Buarque, Milton Nascimento, Vinicius ("Las corrientes de música popular americana más importantes están en Brasil") y Ellington. Capaz de organizar en Salta primero y en Tucumán más tarde conciertos de campanarios (literalmente, pues el sonido lo proveían los bronces de las iglesias), es cierto que Leguizamón saltó sobre el pentagrama y pulsó cuerdas, digitó teclados, sopló en maderas, cobres y cuernos, como se escribió alguna vez, a pura oreja. La prueba es que intentó también un concierto de locomotoras, fascinado por "ese instrumento musical maravilloso que tiene fácilmente dieciocho escapes de gas que son sonidos y un pito con el cual se pueden hacer maravillas, por no contar su misma marcha". Al principio -hasta hizo fundir una quena para agregarla a la máquina-, los ferroviarios lo miraban como a un bicho raro. Después se entusiasmaron. Los maquinistas lo saludaban con el saludo sonoro de la locomotora, que además le enseñaron a plasmar. En tiempos de Arturo Illia, Gustavo Leguizamón fue diputado provincial extrapartidario y en tiempos del gobernador peronista de Salta Roberto Romero, asesor cultural de la provincia. Fue entonces cuando embistió con mayor fiereza contra una burocracia sorda que impedía importar pianos y protagonizó en la Legislatura debates memorables para propender al descongelamiento cerebral. Capaz de respetar a Churchill tanto cuanto despreciaba a Thatcher, Malvinas fue para él una herida abierta pero no ciega, porque supo adjudicar responsabilidades cuando se preguntó por qué fuimos y no peleamos. Impensable en Buenos Aires, Leguizamón- que mascaba hojas de coca, y defendía la costumbre- fue parte del paisaje de Salta, a la que amó profundamente, desde los olores de sus yuyos secos hasta el aire que viene de la quebrada escondida por la cual Belgrano sorprendió a los españoles. Se casó con Ema Palermo, teniendo cuatro hijos de ella: Juan Martín(1961), José María(1963) Delfín Galo(1965) y Luis Gonzalo(1967). Es autor de las zambas más famosas y que representan a la cultura musical de Salta., la música popular ; además de haber compuesto obras populares es un compositor que ha contribuido con su talento y su expresión al acervo cultural salteño. Sus obras son características por su armonía y ritmo por su riqueza melódica, su temática musical. Escribió entre otras : Zamba del Pañuelo, del Mar, La Panza Verde con Jaime Dávalos, Chacarera del Expediente, Carnavalito del Duende, , Zamba del Argamonte (Castilla), Bajo el azote del sol (Nella Castro). Su musicalidad y asonancia fue única y componía algunas de sus obras a la medida de la interpretación del Dúo Salteño con quien mejor acuñó las disonancias que emergían como duendes traviesos de las melodías. Su simpatía y espontaneidad (ocurrencias) brotaban a borbotones en la cotidianeidad Salteña. Ganó numerosos premios por su labor artística : Premio SADAIC, Premio Fondo Nacional de la Artes. Compuso una obra que Virtu Maragno la estrenara con la Orq. Sinfónica de Santa Fe, es su Preludio y Jadeo, compuso la música para la película La Redada. Pero Leguizamón poco a poco se fue apagando, perdiendo primero la memoria- olvidó hasta cómo tocar el piano- luego la razón y finalmente la vida. Murió en Salta, la ciudad que le había visto nacer y pasar en ella toda su existencia, a las cuatro y media de la tarde de un 27 de Septiembre del 2000, dos días antes de que pudiera cumplir los 83 años de edad.

A continuación la letra y luego la historia de “Panza Verde” (otro aporte que me hiciera hace mucho tiempo, Regino Luján).

PANZA VERDE

Jaime Dávalos - Gustavo Leguizamón.

Cavan oscuros los bombos
el sueño de Panza Verde,
por un tiempo trasnochado
Chaco adentro de la muerte. bis

Panza Verde muere solo,
bajo las quenchas del huete,
lo están velando la aloja
y el filo de los machetes. bis

Hacia la luna ramosa
los polvaredales crecen,
mientras el baile jadea
debajo' los urundeles. bis

La tierra lo lame largo
como a una raíz caliente,
ochan los perros arriba
el aire por Panza Verde. bis

Su sombra le está robando
la música de los erkes
y para borrar sus pasos
silbando bagualas vuelve. bis

Hacia la luna ramosa
los polvaredales crecen,
mientras el baile jadea
debajo' los urundeles. bis

No se trata de un apodo, ni de ningún entrerriano agonizante. No. Panza Verde era el nombre del cacique de la nación wichi que tuvo la osadía de bajar de sus toldos a Salta y presentar un reclamo por la devolución de sus tierras, las de su pueblo, tierras suyas de caza y pesca y recolección desde siempre, desde antes de que el blanco español llegara a quitárselas, sin razón alguna, condenándolos al hambre y la miseria.

Pobre, sin conocimientos ni relaciones, paseó por oficinas y escritorios levantando todo tipo de asombros y comentarios, hasta dar con el defensor de pobres y ausentes, que se llamaba doctor Gustavo Leguizamón. El mismo a quien sus amigos llamaban El Cuchi.

El lo escuchó, lo asesoró y asumió la defensa del caso en un juicio memorable, en una sociedad que, como la de Corrientes o Santiago del Estero, conservan intactos los atributos y cualidades españolas de origen y raza con todas sus consecuencias. Por supuesto, se perdió el juicio. Y no sólo eso. También, para que aprendan los wichis a no pedir tonterías y a hacer perder el tiempo a tribunales que estaban para otras cosas mas importantes, Panza Verde pagó con su vida su reclamo digno, justo y valiente. Dicen que la Gendarmería lo alcanzó cruzando el río, al subir la cuesta de la orilla opuesta, y lo bajaron con unos tiros de mauser. Para que aprendan.

El doctor Leguizamón, enterado de la infamia, sin poder agregar ni comprobar más nada ante el juicio terminado, le dice a su amigo Jaime Dávalos: "Habremos perdido el juicio, pero a esta zamba no la han de voltear".

Y juntos armaron la Panza Verde, para poner en lo alto, como una estrella, el nombre de un valiente que se paró a reclamar, por la tierra y por el pan, por la vida de su gente.

En un reportaje que le hicieron a Juan Martín, uno de los hijos del Cuchi dice:

"El ejercicio de la profesión de abogado no le duró mucho tiempo, porque “terminaba defendiendo gente que nunca pudo pagar nada, como algún indio del Chaco salteño, algún cuatrero del Pilcomayo”, continúa Juan Martín. Sin embargo, muchos de los personajes que conoció en ese período luego se convertirían en materia prima de sus canciones. Un criollo de Anta acusado de contrabandear pieles terminó siendo el protagonista de la Zamba de Argamonte, y otros casos ligados a la abogacía están inmortalizados en la Zamba de Panza Verde y la Chacarera del Expediente."

  • Quincha/Quincho: Pared o techo confeccionado con atados de cañas, ramas y/o paja.
  • Huete: Albergue, el más humilde de todos, construido de ramas y la estructura de palo a pique. Aparece en los departamentos de Anta y Orán.

Panza Verde muere solo

bajo el techo del rancho (sería la traducción)

En esa zona de Anta , se saben hacer , rápidamente, un albergue de ramas quinchadas, es decir . la quincha viene a ser una especie de armazón, entramado o estructura de palos o gajos de mas o menos 1/2 o 1 pulgada de diámetro, que sirven de sosten a ramas mas pequeñas, que se utilizan para completar de cerrar la pared

El techo se hace de la misma manera, aunque, aveces, se lo recubre con tierra.

Otras veces a la quincha se las recubre con barro y queda el rancho que conocemos, Es muy fresco en el verano y calentito en el invierno. No tiene ventanas y si se le llega a hacer alguna , ésta es muy pequeña. Claro que es un lugar propicio para que se crien las vinchucas. En esos montes, en lugar de quinchas, es preferible usar tablas de madera de quebracho o algarrobo, puestas de pié y con tapajuntas entre ellas. Por lo general, las casas no tiene puertas y constan sólo de tres paredes de quincha o tablas

  • Ochan significa:"Ladran" Es decir: ochar = ladrar

Finalmente, “Panza Verde” por “Los Chalchaleros”.


1 comentario:

  1. HOLA! SOY HERNÁN VELARDEZ, ADMINISTRADOR DE EL BLOG "EL ANTIGAL" (elantigal.blogspot.com)
    YO PUBLIQUÉ UN FRAGMENTO DE ESTA NOTA EN MI SITIO, PERO POR FAVOR NO PIENSES QUE NO QUISE NOMBRAR LA FUENTE (SIEMPRE LO HAGO Y TRATO DE SER MUY RESPETUOSO DE ESO)SIMPLEMENTE RECIBÍ UN MAIL CON ESA INFORMACIÓN PERO CREO QUE EN EL MISMO NO SE NOMBRABA COMO FUENTE ESTE BLOG, POR ESO PENSÉ QUE LOS DATOS PERTENECÍAN A ALGÚN AMIGO DE ESE CONTACTO DEL CUAL YO LO RECIBÍ.

    BREVEMENTE TE COMENTO QUE TODO LO QUE PUBLICO EN MI BLOG NO ES MATERIAL PROPIO Y TODO LO RECIBO A TRAVÉS DE MAILS ENVIADOS POR UN GRAN GRUPO ENCABEZADO POR MARTÍN LERTORA (vocesdelapatriagrande.blogspot.com) Y GRACIAS A ÉL, COMO TAMBIÉN AL GRAN AMIGO A ERNESTO ROQUÉ PUEDO CONTAR CON TODAS ESAS JOYAS QUE HAGO MÍAS Y PUBLICO EN EL ANTIGAL.

    POR ESTO TE DARÁS CUENTA QUE NO ES MI INTENCIÓN NI MI COSTUMBRE OBVIAR LAS FUENTES.

    SEGURAMENTE SE TRATÓ DE UN SIMPLE ERROR, OLVIDO O DESCUIDO SIN MALA INTENCIÓN DE QUIEN LO ENVIÓ AL GRUPO ANTEDICHO.

    POR SUPUESTO QUE VOY A AGREGAR TU BLOG COMO FUENTE!

    TE OFREZCO MIS DISCULPAS SI ES QUE TE MOLESTÓ LA ACTITUD (Y LO ENTIENDO), COMPLETAMENTE INVOLUNTARIA.

    QUE ESTÉS BIEN!

    HERNÁN VELARDEZ
    elantigal.blogspot.com

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